Guerras Napoleónicas

Las Guerras Napoleónicas fueron un conflicto que tuvo lugar en Europa, América, África, Oceanía y la India desde 1798 hasta 1814 enfrentándose dos bandos; el primero comandado por Napoleón Bonaparte (Emperador de Francia) y el segundo de la coalición liderado por Gran Bretaña principalmente.

Tuvo sus inicios en el siglo XVIII cuando Francia se encontraba gobernada por una monarquía absoluta. El pueblo se "movía" a través de una corriente ilustrada y debido a que se encontraban en una situación de opresión e injusticias para los ciudadanos provocó que la burguesía se opusiera al gobierno desencadenando en la Revolución francesa.


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Cuando Napoleón alcanzó el poder se iniciaron estos conflictos que tuvieron lugar en gran parte dentro de Europa. Los enfrentamientos generalmente fueron en tierra junto con algunas batallas navales, en este tiempo hubo lugar a tratados de paz entre las naciones implicadas pero que no lograron mantener mucho tiempo.

Con Napoleón en el mando en Francia surgió un "aire" de expansión para extender su imperio, lo que llevo al bloqueo de Gran Bretaña para poder conseguir su objetivo. Para frenar el avance del imperio francés Gran Bretaña se vio forzada a crear distintas coaliciones junto con otros imperios europeos para frenarlos.

Gran Bretaña organizó 7 coaliciones, en las que perdió todas menos la última. Destacan las dos últimas batallas, la sexta coalición (1812-1814) que estuvo compuesta por Reino Unido, Rusia, Suecia, Austria, algunos estados alemanes y Prusia. Napoleón consigue invadir Rusia pero lo abandona debido al alto coste de mantenimiento de las tropas, pero debido a la pérdida de algunas batallas que le hacen retrocedes perdiendo el dominio sobre España y una vez que los aliados entraron en París dimitió del poder y fue exiliado a la isla de Elba. La séptima coalición (1815) formada por Reino Unido, Rusia, Suecia, Austria, Prusia, los Países Bajos y algunos estados alemanes hicieron frente a Napoleón a la vuelta al poder en París tras volver de la isla de Elba. Consiguió algunas victorias pero la batalla de Waterloo fue la "estacada" para su reputación. Al volver a Francia no contaba con apoyos y nuevamente dimitió y fue exiliado a la isla de Santa Helena.

Finalmente todo esto produjo una gran cantidad de muertes, la independencia de muchos territorios, la pérdida de poder de España provocando esto la pérdida de las colonias en América y la aparición de Gran Bretaña como potencia mundial.

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